Como parte de una tradición familiar, la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, asistió este 1 de enero a la Misa Patronal en Dulce Nombre de Culmí, Olancho.
Durante su visita, la mandataria expresó su devoción y confianza en Dios, al indicar que siempre inicia el año participando en este acto religioso junto a su familia.
"Siempre confiamos en primer lugar en Dios. La primera ofrenda que damos en el primer día del año es confiar y tener la esperanza puesta en Él", mencionó Castro.
La Presidenta agregó que su objetivo es que este año 2025 sea un periodo de bendiciones para el pueblo hondureño, destacando la importancia de que todo esfuerzo realizado beneficie a la población y brinde oportunidades para aquellos que anhelan paz y progreso. "Lo que tenemos como fin primordial es el bienestar de Honduras", recalcó.
Además, Xiomara Castro reiteró su compromiso de continuar con el proceso de refundación que su Gobierno ha iniciado. "Es un año de muchos desafíos, pero también de gran oportunidad para seguir avanzando y que este proceso sea para el beneficio del pueblo", aseguró.
Por su parte, el expresidente Manuel Zelaya Rosales compartió su reflexión sobre la importancia de esta tradición, mencionando que la visita a la iglesia de Dulce Nombre de Culmí es una práctica que su padre inició hace más de medio siglo.
Zelaya expresó que este acto religioso fortalece el espíritu en la lucha que se lleva a cabo en el país. También hizo un llamado a la recuperación de la moral y la dignidad nacional, tras señalar que los últimos 12 años de gobierno afectaron gravemente al pueblo hondureño. "La misión es recuperar la dignidad y darle fuerza a nuestro país", concluyó.
Este acto simbólico de fe y esperanza marca el inicio del año para la Presidenta Castro, quien reafirmó su compromiso con el pueblo hondureño en esta nueva etapa de su Gobierno.
Cortesía: Poder Popular.