La misteriosa cúpula de los talibanes que pretende gobernar Afganistán

La cúpula de los talibanes, que se preparan para formar gobierno en Afganistán en cuanto las tropas estadounidenses y extranjeras hayan abandonado el país el martes, siempre ha estado rodeada de misterio, incluso cuando el movimiento gobernaba, entre 1996 y 2001.

El mulá Hibatullah Akhundzada fue designado jefe de los talibanes en mayo de 2016 en medio de una rápida transición, días después de que un ataque de un dron estadounidense liquidara a su predecesor, Mansur.

Hijo de un teólogo, originario de Kandahar, el corazón del país pastún en el sur de Afganistán y cuna de los talibanes, Akhundzada obtuvo rápidamente una promesa de lealtad de Ayman al Zawahiri, líder de Al Qaida.

Akhundzada tuvo la delicada misión de unificar a los talibanes, fracturados por una violenta lucha por el poder tras la muerte de Mansur, y la revelación de que habían ocultado durante años la muerte del fundador del movimiento, el mulá Omar.

Logró con éxito mantener al grupo unido y continuó siendo bastante discreto y silencioso, limitándose a transmitir algunos mensajes anuales en los días festivos islámicos.

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