El nuevo jefe de capellanes de Harvard es ateo

Los colonos puritanos que se instalaron en Nueva Inglaterra en la década de 1630 tenían una preocupación agobiante en torno a las iglesias que estaban construyendo: ¿cómo podían garantizar que los clérigos iban a ser cultos? Su respuesta fue la Universidad de Harvard, una escuela que se fundó para educar al clero y adoptó el lema “La verdad para Cristo y la Iglesia”. La llamaron así en honor a un pastor, John Harvard, y tuvieron que pasar más de 70 años para que la escuela tuviera un presidente que no fuera un clérigo.

Casi cuatro siglos más tarde, la organización de capellanes de Harvard ha elegido a su próximo presidente: un ateo llamado Greg Epstein, quien asumió el cargo esta semana.

Epstein, de 44 años y el autor del libro “Good Without God”, en apariencia es una opción inusual para el cargo. Epstein coordinará las actividades de más de 40 capellanes de la universidad, quienes lideran en el campus las comunidades cristiana, judía, hindú, budista y de otras religiones. No obstante, muchos estudiantes de Harvard —algunos criados en familias de fe y otros que nunca han estado completamente seguros de qué etiqueta ponerles a sus identidades religiosas— dan fe de la influencia que Epstein ha tenido en su vida espiritual.

“Hay un grupo cada vez mayor de personas que ya no se identifica con ninguna tradición religiosa, pero aun así experimenta una necesidad verdadera de conversar y sentir un respaldo respecto del significado de ser un buen ser humano y vivir una vida ética”, comentó Epstein, quien fue criado en una familia judía y ha sido el capellán humanista de Harvard desde 2005, donde les ha enseñado a los estudiantes sobre el movimiento progresista que se centra en las relaciones de las personas entre sí en vez de la que se tiene con Dios.

“Tal vez en un clima universitario más conservador haya una pregunta como ‘¿Qué diablos están haciendo en Harvard, con un humanista como el presidente de los capellanes?’”, comentó Margit Hammerstrom, capellana de ciencia cristiana en Harvard. “Pero en este entorno funciona bien. Greg es conocido porque quiere mantener las líneas de comunicación abiertas entre las diferentes fes”.

Las decenas de estudiantes de las que Epstein ha sido mentor han encontrado una fuente de significado en la organización de humanistas, ateos y agnósticos de la universidad, un fenómeno que refleja una tendencia más general de la gente joven en Estados Unidos, la cual cada vez se identifica más como espiritual, pero sin afiliación religiosa. Esa predilección podría tener una prominencia especial en Harvard; un estudio de Harvard Crimson sobre la generación de 2019 encontró que esos estudiantes eran dos veces más propensos a identificarse como ateos o agnósticos que las personas de 18 años de la población general.

“El liderazgo de Greg no está relacionado con la teología”, mencionó Charlotte Nickerson, de 20 años y estudiante de Ingeniería Eléctrica. “Está relacionado con la cooperación entre personas de distintas fes y juntar a la gente que normalmente no se consideraría religiosa”.

CORTESIA PRENSA LIBRE