Papel De Juntas Interventoras En Régimen “Cachureco” De JOHA

El régimen “cachureco” de Juan Orlando Hernández Alvarado puso de moda a las juntas interventoras en las distintas instituciones del Estado para ocultar la corrupción y “no para descubrirla, investigarla, combatirla y denunciarla”, según el economista Héctor Moncada.

Como de todos es sabido, se montaron juntas interventoras en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (INPREMA), Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), en la Empresa Energía Honduras (EEH) y en Inversiones Estratégicas de Honduras (INVEST-H), entre otras entidades del Estado.

El pretexto para instalar esas comisiones burocráticas – con jugosos sueldos y con personas afines a Hernández Alvarado -, era “profundizar en las investigaciones sobre los actos de corrupción” cometidos en esas entidades, como en el IHSS, de donde se robaron más de 7 mil 300 millones de lempiras y provocaron la muerte de casi tres mil personas con las pastillas de harina.

También, según el gobierno, se buscaba “revitalizar” esas instituciones – quebradas por el saqueo desmedido -, pero al final se contribuyó a colapsarlas, en perjuicio del pueblo hondureño y del país.

Esas comisiones llegaron a eliminar expedientes contentivos de valiosa información, precisamente para tapar la corrupción, haciendo las del gato, porque esas eran las instrucciones precisas, emanadas de Casa Presidencial.

Lo peor del caso, es que esos burócratas (juntas interventoras) se recetaron sueldos extraordinarios, en contraste con los ingresos mensuales que percibe la clase trabajadora de Honduras y miles de empleados públicos.

El también catedrático universitario sostuvo que solamente en INVEST-H sus comisionados se “embolsaron” 11 millones de lempiras en concepto de sueldos, lo cual en sí es un abuso y acto de corrupción.

Esas comisiones – cuyas actuaciones han ido en detrimento de la administración pública -, las rectoran personas de mucha confianza del partido de gobierno, como el ex secretario de Trabajo, German Edgardo Leitzelar Vidaurreta y la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Vilma Cecilia Morales Montalbán, para sólo citar dos nombres.

Al término de la administración nacionalista, presidida por Hernández Al varado, las tales juntas interventoras no han dejado ningún resultado positivo en beneficio del pueblo y de la nación, sólo despilfarro y más despilfarro.

Particularmente, el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) sigue quebrado, y presenta muchas deficiencias en la atención a sus afiliados.

Los derechohabientes van a consulta, y cuando acuden a la farmacia a retirar los medicamentos que les recetan, les dicen que “no hay”, que “vuelvan”, para que se cansen y desistan del reclamo.

Asimismo, las citas con los distintos médicos especialistas, las otorgan para un período de un año, como promedio, y en la mayoría de los casos los pacientes no regresan porque provienen de lugares muy alejados de la capital.

Muchos de esos pacientes tienen que acudir a las clínicas u hospitales privados y otros se resignan a mantenerse con su problema de salud, por falta de recursos, hasta que al final los sorprende la muerte.

A Dios gracias, que “los cachos ya se van”, y ojalá que jamás vuelvan al poder porque han perdido legitimidad y autoridad ética y moral para rectorar los destinos de la nación. Fueron doce largos años de continuo saqueo, que nunca olvidaremos, y abrigamos esperanzas porque más temprano que tarde desaparezca la organización criminal llamada Partido Nacional.

El pueblo se mantiene alegre por el triunfo de Xiomara Castro y conserva la fe y optimismo en que su gobierno permitirá reivindicar sus derechos, combatirá la corrupción y nos sacará del atolladero en que nos dejan los gamberros “cachurecos”.

CORTESÍA: CONFIDENCIAL HN