Un hecho de violencia física y verbal se presento en el famoso restaurante Chuletas El Carreto, la empleada de dicho establecimiento Lorena Rodríguez Denuncio en su cuenta en redes sociales el hecho explicándolo de la siguiente manera:
El día de ayer, 10 de enero del 2022, fui víctima de agresión física y verbal en mi lugar de trabajo por parte de la ciudadana María Fernanda Cano.
Los hechos sucedieron de la siguiente manera; desde que inició la pandemia estoy sin clases en la Universidad, y estoy trabajando en atención al cliente en un restaurante en la ciudad de Choluteca, mi agresora pidió un platillo para llevar a su casa y media hora después llamó que tenía un reclamo respecto al aderezo. Yo no estaba atendiendo, estaba supervisando a un compañero (quien también fue su víctima) que está en periodo de prueba en él área de atención al cliente.
Le dije a la agresora que podía venir y con todo gusto le cambiábamos el aderezo el cual ella decía que estaba picante. Cuando llegó no quiso que lo cambiáramos, solo quería que lo probáramos y que le diéramos la razón, lo cual accedimos a probarlo, y le repetimos en varias ocasiones que se lo cambiaríamos. Nuestra agresora desde el momento uno estaba alterada, diciendo malas palabras, levantando la voz, con ínfulas de superioridad. Le pedimos que bajara la voz y que se mantuviera en el margen del respeto y ella recalcó que era Ingeniera en Sistemas, graduada de la Universidad Católica de Honduras (cosa que nadie le preguntó y qué no tenía relevancia).
En un momento, una compañera de trabajo se acerca a darle de probar una tacita de aderezo de otro lote, para que probara si ese estaba como lo quería. Mi compañero, le pidió que se pusiera la mascarilla, a lo que ella literalmente le respondió de una manera muy tosca, maleducada , y vulgar “¿ y es que queres que lo pruebe con las nalgas?”, mi compañero no se quedó callado y le dijo “bueno, si usted prueba el aderezo con las nalgas es su problema”, acto seguido ella lanzó el aderezo junto con la taza a mi compañero, yo me enojé realmente muchísimo, y dije en voz alta “¡Que estupida!”, lo cual no me arrepiento en lo absoluto. Ella se merece el calificativo, y muchos más. Ese acto solo corresponde a una persona sin valores, sin educación (y no hablo de la educación académica), vulgar, irrespetuosa, ignorante, primitiva, etc.
A lo cual ella, de muy doble moral, se molestó por qué le dije estupida, cuando acababa de aventarle aderezo en la cara a mi compañero. Y se regresó a reclamarme, y cuando me distraje y me agaché a recoger algo me agarró desprevenidamente del pelo, y no me pude defender, lo único que pude hacer es agarrar su brazo y forcejear para que me soltara, y luego todos mis compañeros salieron para que me soltara. En ese intento se me cayeron 3 uñas acrílicas que andaba, me arrancó mucho cabello, me insultó, y me amenazó diciendo que no sabía quién era ella y que muy pronto lo iba a saber.
A estas alturas de la sociedad, es increíble que siga habiendo este tipo de personas, que se sienten superiores a las demás personas por el tipo de trabajo que desempeñan. Las personas que trabajamos en atención al cliente, y sobretodo las mujeres, a diario somos víctimas de personas con comportamientos primitivos como el de mi agresora María Fernanda Cano, que creen que tienen el derecho de pisotear la dignidad de otras, y asumen que tienen la potestad de dañar nuestra integridad física y moral.
Cabe mencionar que hoy me movilice a diferentes instituciones del estado para interponer una denuncia, pero lamentablemente el nuevo código penal no toma como un delito el agredir a alguien, me enviaron al juzgado de paz para una “conciliación” con mi agresora, lo cual yo no quiero, sin embargo fui y me dijeron que regresara la otra semana por qué el secretario estaba enfermo.

VIDEO: EMPLEADOS DE RESTAURANTE SON AGREDIDOS POR CLIENTE ENFURECIDA

